Economía casera de manual. Cuando en una casa se consume un producto procesado caro que puede ser sustituido por otro casero, más barato y encima más saludable…Las cuentas hablan. Y de ahí nació mi interés por probar unas barritas caseras. Pasa que aunque parece sencillísimo de las recetas que recopilé en libros y en internet, mi primer intento, aunque salió rico, no fue de mi total satisfacción.
¿POR?
Por una parte se emplean frutos secos y semillas, que son muy nutritivos y unos auténticos súper alimentos: grasas insaturadas, ácidos grasos omega 3 y 6, calcio, Vitaminas A (antioxidante) y E, hierro, magnesio, selenio, potasio, fósforo, fibra o proteínas vegetales. WOW. Pero tanta concentración de nutrientes en «seres» tan pequeñitos implica que haya que usarlos con moderación porque de lo contrario no querremos ver una almendra en meses.
Por otra parte por lo general se utiliza bien dátil, bien mantequilla de cacahuete y aceite de coco, bien mantequilla para unificarlo todo (junto con la miel y el azúcar). Como en casa no hay tantos fans del dátil tocó mantequilla con miel y azúcar, y aunque empleé menos cantidad que la recomendada el resultado tiene un buen sabor pero resulta…¿demasiado nutritivo?
MI RETO: Encontrar una barrita que sea nutritiva más no demasiado dulce ni pesada. Ya rondan varias opciones en mi cabeza, así que en breve habrá noticias.
unapizcadena 
Yo he probado a usar una parte de aceite de coco y otra parte de mantequilla de allmendra en mi granola casera y me ha encantado, por si te inspira…
¿Mantequilla de almendra? Esa sí que no la había escuchado antes, con lo que me gusta a mi la almendra seguro que le da un sabor riquísimo…Mmmm, working on it, muchísimas gracias por la idea! 🙂